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Todos los niños son inquietos, pero algunos son más inquietos que lo esperado.


¿Que es el déficit de atención con hiperactividad?


El déficit de atención con hiperactividad o TDAH por sus siglas, es una alteración del desarrollo que implica dificultades en la atención, inquietud e impulsividad. Las dificultades pueden ser en los 3 campos o sólo en la impulsividad, inquietud o solo inatención. Los niño(a)s no son iguales por lo cual pueden tener más síntomas de un campo en comparación a otros niños o los síntomas variar de un momento de la vida a otro.


Los síntomas en cada campo se describen a continuación:


  • Inatención: pérdida de atención a los detalles, dificultad para mantener la atención, poca atención a situaciones poco motivantes, olvidos de pertenencias o indicaciones, distractibilidad, dificultad para organizar y terminar tareas o quehaceres, dificultad para seguir instrucciones.

  • Hiperactividad es un exceso de movimientos en situaciones que requieren relativa calma como estar en clase, asistir a eventos religiosos, estar en casa de familiares no cercanos de visita, por lo cual el niño se mueve constantemente, juega con sus manos, pies, se levanta muchas veces.

  • Impulsividad se refiere a la realización de acciones sin reflexionar sobre estas, lo que hace que el niño le cueste espera el turno, siempre quiera entrar de primeras a un sitio o empezar de primeras una actividad, se golpee con facilidad contra las cosas, se entrometa en las conversaciones de otros o responde apresuradamente.

¿Quienes pueden tener déficit de atención con hiperactividad?


El déficit atencional con hiperactividad se presenta en 5 a 20 de cada 100 niño(a)s o adolescentes en el mundo. Es más frecuentes en los niños que niñas, pero no significa que las niñas no puedan tenerlo.


¿Por que hay niño(a)s o adolescentes con déficit de atención con hiperactividad?


No hay una única explicación del porqué alguno(a)s niño(a)s pueden presentar este cuadro. Los estudios muestran que hay una relación entre muchos factores, los cuales van sumándose e interactuando entre ellos. A continuación se exponen los factores que aumentan el riesgo de TDAH:

  • Genéticos: Se han encontrado pequeñas variaciones en múltiples genes que regulan la química del cerebro, es decir los neurotransmisores, en especial dopamina. El TDAH se hereda en 80% de hijos con un padre que presentó el cuadro en la infancia o que aun lo tiene; así mismo tener un hijo con este cuadro aumenta la probabilidad hasta 5 veces de que los hermanos presenten el mismo cuadro.

  • Prenatales: consumo de alcohol, cigarrillo o drogas de la madre durante el embarazo, hipotiroidismo mal controlado,estrés en el embarazo.

  • Perinatales: nacer con menos de 2500gr, nacer antes de las 37 semanas de embarazo, presentar problemas en el parto como necesidad de usar forceps (espatulas) para sacar al bebé, partos complicados por demora en nacer, demora en llorar cuando el bebé nace, bebés que nacen "morados" y se demoran en recuperar su coloración.

  • Posnatales: Dietas con poco yodo y vitaminas, en especial B; exposición a contaminación en empresas que pueden llevar a contaminación con plomo y pobre estimulación del niño, como estar internado en centros por al menos medio año de vida. Algunos estudios tambien señalan el consumo marcado de algunos colorantes y preservantes de alimentos.

¿Qué pasa en el cerebro de los niño(a)s con TDAH?


Los estudios han encontrado cambios mínimos en el tamaño de algunas zonas del cerebro y cambios en el nivel de un neurotransmisor que se llama dopamina.


A nivel de funciones se han encontrado alteraciones en las tareas de inhibición, es decir en las que hay que parar, fallas en planear por lo cual los niños quieren todo rápido sin buscar los pasos para ello, alteraciones en los procesos de recompensa lo que hace que las actividades se hagan si hay un aparente "premio".


¿Cuando inicia el déficit de atención con hiperactividad y qué pasa con el tiempo?


El TDAH inicia en su mayoría antes de los 5 años y los síntomas se hacen más evidentes con el paso escolar entre los 7 y 8 años. Los síntomas pueden persistir en toda la adolescencia y en 4 a 5 de 10 adolescentes seguir en la adultez.


En los menores de 5 años los síntomas más evidentes son la inquietud, hiperactividad, impulsividad, los cuales hacen al niño difícil de manejar por sus padres, familia, profesores y lo colocan en mayor riesgo de caídas, accidentes.


En los niños escolares entre los 6 y los 10 años sigue presente la inquietud, impulsividad y se hace evidente dificultades para poner atención, con fallas en el rendimiento escolar en algunos niño(a)s, lo cual hace que que sea difícil el seguimiento de instrucciones, el estar quieto en clase, el tomar apuntes, cuidar las pertenencias y pueden aparecer problemas con los compañeros, por brusquedad y agresividad.


En la adolescencia disminuye la inquietud, pero aún se presenta la impulsividad y la inatención. En este periodo pueden empeorar los problemas de conducta, con rebeldía, conductas de fuga de casa, robo o uso de drogas. También puede aparecer depresión.


En la adultez, la inquietud física es mínima y se reemplaza por una sensación de malestar o inquietud interna, persiste impulsividad e inatención.


Si un niño(a) o adolescente tiene TDAH ¿puede tener otra alteración emocional?


El déficit de atención con hiperactividad puede asociarse con otras alteraciones emocionales y del comportamiento como trastornos del espectro autista, problema opositor, problemas de conducta, cuadros de ansiedad, cuadros depresivos, tics (movimientos involuntarios de una o varias partes del cuerpo), problemas de lenguaje, problemas de aprendizaje, problemas en sueño y uso de drogas.


¿Qué complicaciones puede tener un niño(a) o adolescente con TDAH?


En algún momento de la vida por problemas atencionales pueden presentar problemas en el rendimiento escolar, pérdida de grados y problemas laborales. Asociado a inquietud e impulsividad accidentes por caídas, accidentes de tránsito en la adultez, problemas con la autoridad, el manejo de dinero propio o de otros.


¿Cómo se diagnostica el déficit de atención con hiperactividad?


El diagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad incluye la entrevista a los padres u otros familiares cercanos, el niño o adolescentes, los profesores del niños u otras personas que compartan mucho tiempo con el niño(a). Los profesionales podemos ayudarnos con escalas que llenan padres y maestros para calificar la severidad de los síntomas y posteriormente para evaluar los cambios en el tratamiento o a lo largo del tiempo.


No existen exámenes de sangre, electroencefalogramas, radiografías, tomografías o resonancias que hagan este diagnóstico, si se pide alguna de estas se hace para excluir otro problema o si es necesaria para el inicio de medicación.


Las pruebas de neuropsicológicas pueden mostrar las áreas de funcionamiento alteradas , así mismo se solicitan si existen sospechas de problemas en el aprendizaje, pero no son la base del diagnóstico.


El diagnóstico de esta entidad debe ser realizado por un especialista, es decir psiquiatría infantil y/o neuropediatría.


¿Cómo se trata el TDAH?


Las opciones de tratamiento depende de la severidad del cuadro e incluyen varios profesionales, la psicoterapia y en algunos casos el uso de medicación.


La psicoterapia incluye el entrenamiento a padres u otros familiares en el manejo del niño(a) o adolescente, el entrenamiento al niño en regular emociones, controlar la impulsividad. Esta puede ser realizada tanto por el profesional de psiquiatría infantil como de psicología.


En algunas ocasiones es útil el apoyo de profesionales de terapia ocupacional ante problemas en motricidad fina y gruesa, planeación; terapia del lenguaje si hay problemas en el lenguaje o en el aprendizaje de lectura, psicopedagogia para apoyo en proceso de aprendizaje.


El uso de la medicación depende de la severidad del caso y el éxito o fracaso de otras estrategias. Los medicamentos tienen como finalidad, principalmente, aumentar el nivel de dopamina en el cerebro durante las horas que el medicamento está en el cuerpo, el medicamento no es eterno, con lo cual se controla la inquietud, la impulsividad y la inatención, no se duerme al niño o se "dopa", como el medicamento desaparece del cuerpo la gente no depende de él, es decir si deja de tomarlo no va a morir ni va a entrar en desespero por conseguirlo, pero si van a retornar los síntomas si no era aún tiempo para el retiro. El tiempo de uso del medicamento se va determinando según la evolución de cada niño(a) y para ello requiere el seguimiento del especialista.


Existen muchos mitos sobre el uso de medicamentos, en cada consulta se aclaran esos mitos a las familias.

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